El Estadio Municipal de Marbella ocupa un solar de increíble valor patrimonial. No solo económico sino sobre todo social, por las condiciones que tiene al ser plano, con multitud de posibilidades para la sede de colectivos deportivos sin ánimo de lucro y, sobre todo, bien ubicado para otras instalaciones al estar en el centro de la ciudad. Es el mejor valor patrimonial que tenemos para su escaso uso.
Actualmente, su función esencial y casi única es ser lugar de entrenamiento y de eventos de competiciones futbolísticas porque las pistas de atletismo apenas eran utilizadas y siempre con los inconvenientes del Club de Fútbol de Marbella que consideraba el estadio de su propiedad y uso.
Lleva mucho tiempo cerrado por problema estructurales. Al club que lo regenta parece no importarle demasiado porque se considera con derecho a ser compensado por las condiciones actuales. No sé si sabrán que esta Corporación paga el alquiler de un campo de fútbol que dicho club ha rentado en la zona de Nueva Andalucía.
Estamos hablando de un solar inmenso en pleno centro, apenas utilizado para los entrenamientos de jugadores profesionales y para los escasos partidos de competición. Está, como mínimo, desaprovechado; en especial en una ciudad con una gran escasez de instalaciones de todo tipo, incluidas las deportivas.
Lanzo una propuesta porque todo no van a ser quejas. Si la Corporación Municipal encontrase un solar distinto (creo que posee uno en la zona de Nueva Andalucía, otra en La Caridad y siempre hay mecanismos en el nuevo Plan General para obtenerlo), podría construir uno nuevo con todas las condiciones de servicios anejos, especialmente los aparcamientos y con la ventaja de poder ser utilizado por los clubes de San Pedro y Marbella. Los jugadores no tendrían problema para desplazarse y los aficionados menos, si encontrasen aparcamientos abundantes, fáciles y baratos. Siempre y cuando no se le ocurra darlo en concesión a una empresa particular para su rendimiento. Y cuando hablo de una empresa particular incluyo los clubes de fútbol. El despilfarro que se ha puesto sobre la mesa es un nuevo estadio con sus correspondientes tiendas, aparcamientos e incluso instalaciones hoteleras para beneficio de una entidad privada.
Todo no va a ser quejas. Ahí va una propuesta: a final de los años ochenta, se firmó un convenio entre aquella Corporación Municipal y el Colegio de Arquitectos de Málaga para la redacción de proyectos para los años 90. Fruto de este concurso se premió, pago y adjudicó su realización al proyecto del centro cultural “EL Trapiche”, firmado por el célebre arquitecto Rafael Moneo. Hasta se dotó de una cantidad inicial que el Gil dedicó al centro de ocio “Banana Beach”. En dicho proyecto, aparte de los aparcamientos necesarios, se incluían dos teatros y las instalaciones imprescindibles para Escuela de Idiomas, Universidad Popular, Centro de Adultos, Universidad a Distancia y Conservatorios de Música, Danza y Teatro.
El solar del actual estadio de fútbol da las medidas suficientes para dicho proyecto y mucho más.
La Cultura en Marbella daría un cambio esencial si dispusiésemos de ese centro a mano de los ciudadanos y se resolvería la pobreza de locales deficientes e inapropiados, donde actualmente se realizan esas actividades.
El proyecto completo y al detalle duerme en el archivo urbanístico municipal y es propiedad del Ayuntamiento.
Se puede realizar por fases, así estaba previsto, y supongo que tendremos capacidad económica cuando actualmente estamos realizando obras que le corresponde su financiación a la Junta de Andalucía.
Necesitamos responsables, atrevidos y valientes, con un modelo de ciudad que no sea más de lo mismo y con una visión de futuro y no para seguir parcheando. Además sería un hito para pasar a la historia de este pueblo.
Rafael García Conde.
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