Otoño. Llegó desde el mar aquella tarde mientras los niños compartían sus juegos con las olas, llegó lentamente, casi sin darnos cuenta, solo los plátanos de sombra del Paseo de la Alameda advirtieron rápidamente su presencia, dejando caer pausadamente sus hojas secas.
Ya se van las aves migratorias, huyen del frío invierno que avanza desde el norte y cruzaran el estrecho hacia sus cuarteles de invierno. La lluvia reaparece desde el suroeste y pone el final a un largo verano, atrás quedaron los días bulliciosos y alegres, días cálidos rebosantes de sol.
El otoño trae nuevos paisajes a Marbella, nuevos ambientes y sensaciones no menos placenteras a nuestros sentidos. La estación de la melancolía nos concede cielos extremadamente azules y lluvias con arcoíris. Olor a tierra mojada, colores intensos y una luz mas tenue y transparente.
La vegetación sale de su letargo y reverdece de nuevo, solo los árboles de hoja caduca se despojan de sus hojas temerosos del cercano invierno.
Es otoño, la melancolía se ha ido de paseo junto al mar y se ha transformado en alegría bajo nuestro sol placentero, quiere vivir aquí cautivada por el mar y nuestra sierra, quiere vivir alegremente en el otoño de Marbella.
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