Ahora que la política, y sus hacedores, se encuentra tan denostada quizás esta noticia nos reconcilia un poco con el mundo de la política. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, fue galordonado en 2012, mejor alcalde del mundo entre unos novecientos aspirantes del planeta. Este médico de profesión, director de Hospital y Consejero de Sanidad del gobierno vasco, además de humanista declarado, fue galardonado por la fundación británica City Majors en Londres que reconoce a los mandatarios que más han contribuido con su gestión pública a sus ciudades. En 2010 Bilbao recibió el «Premio Nobel de las Ciudades» en un cértamen privado celebrado en Singapur.
La organización de City Mayors distingue a Azkuna como el mejor alcalde por la transformación desarrollada en Bilbao, unida a la gestión económica municipal que permitió reconvertir la villa del Nervión tras la grave crisis industrial de los ochenta y noventa en el «centro internacional para el turismo y las artes» que es hoy. Para la fundación, hay dos hitos que marcan el resurgir de Bilbao: la construcción del Guggenheim (1997) y la desigación de Iñaki Azkuna como alcalde, dos años después. Según el jurado, el primer edil del PNV aprovechó la «bonanza económica para solventar su deuda sin renunciar a inversiones estratégicas para el futuro de la ciudad».
Ver artículo Iñaki Azkuna El mejor alcalde del mundo en 2012
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