LA TORMENTA PERFECTA.
Fue gratificante conocer aquellas playas extensas de arenas finas y limpias, poco frecuentadas incluso durante los meses de estío. Un autentico paraíso de clima excepcional, de grandes extensiones de dunas algunas de ellas de gran altura, praderas dunares tapizadas de plantas coloridas amantes de la arena y sabinas marítimas que salpicaban el paisaje.
Las playas de las Chapas y sus grandes extensiones de ecosistemas durares bien podría haber sido un parque natural. Sin embargo aquellas dunas, praderas y sabinas han desaparecido en gran medida bajo el hormigón y cuando visito esos lugares visualizo un paisaje irreconocible. Nada es igual que antes y todo es diferente. La playa ha menguado de forma considerable, las dunas embrionarias presentan inequívocos síntomas de erosión, las construcciones se adueñan del entorno y la playa está llena de artefactos playeros.
Esta realidad es compartida por gran parte de la costa mediterránea española y así lo confirma el informe de Greenpeace en España titulado “destrucción a toda costa”, en dicho informe se recogen datos significativos de la destrucción del litoral mediterráneo español principalmente por el urbanismo incontrolado.
El deterioro de las playas como por ejemplo las de Marbella obedece a varias causas que se dilatan en el tiempo. Para empezar hay que tener en cuenta un factor determinante como es la desaparición de las praderas de Poseidonia oceánica que a lo largo de la costa de Marbella actuaban como una barrera natural para frenar la fuerza de los temporales sobre las playas. Otra circunstancia a tener en cuenta es la regresión del litoral debido entre otras causas a la falta de aporte de material (arena y guijarros), por parte de los ríos. Muchos de ellos se encuentran embalsados lo cual interrumpe la dinámica natural de regeneración de las playas por la falta de estos aportes. A todo esto hay que añadir otro nuevo e inquietante problema que no es otro que el cambio climático. El calentamiento global incide también de forma clara en la regresión de las playas debido a la subida del nivel del mar como consecuencia del derretimiento de los polos y glaciares además de la dilatación de los océanos por la subida de la temperatura del agua. Por ultimo hay que añadir el impacto negativo que produce el urbanismo en las costas por la construcción de diques, puertos, etc.
Con todos estos antecedentes solo cabe esperar “la tormenta perfecta”. Es una cruda realidad, pero es precisamente lo que esta ocurriendo desde hace ya varios años y como ejemplo lo tenemos en el delta del Ebro el cual casi desapareció en el ultimo gran temporal que asoló esas costas.
El litoral de Marbella no está exento del grave problema del cambio climatico y el temporal de levante de este pasado viernes 19 de noviembre fue un claro ejemplo de ello. La subida del nivel del mar y el fuerte oleaje provocaron importantes daños en pantalanes, chiringuitos y puertos deportivos y lo peor de todo es que esta circunstancia se lleva repitiendo con más frecuencia en los últimos años y se prevé que empeore considerablemente en las próximas décadas. Así lo afirma el nuevo Plan de Adaptación del Cambio Climatico (PACC). Su pronóstico a corto plazo para los próximos años habla de subidas del nivel del mar de entre 17 y 25 centímetros y de 1,1 metros a finales de siglo en el peor de los casos.
A pesar de esta realidad demoledora las administraciones siguen mirando para otro lado y en el caso del litoral de Marbella nos encontramos con situaciones contradictorias porque por un lado se está pidiendo la regeneración de las playas y por otro se siguen dando concesiones para la instalación de nuevos chiringuitos de obra, clubes de playa, urbanizaciones en zonas inundables (como la se prevé en arroyo Siete Revueltas), etc. Lo cual significa que se urbanize y se deterioren aún mas las playas. Tampoco en ese debate de regeneración de las playas se incluye lo que sí depende del propios ayuntamiento y administraciones donde tiene capacidad de decisión: la mancomunidad, competente para quitar de la playa la red de saneamiento integral que los temporales, como el que ha abatido nuestra costa, nos ha dejado con las vergüenzas al aire. Una imagen dantesca que nos revela como los mecanismos de control no han funcionado ni lo siguen haciendo. También se echa de menos en el debate otras soluciones más naturales para la regeneración de las playas y, en todo caso, un debate científico serio de este problema donde los expertos determinen cómo podemos hacer frente al cambio climático a la vez que se plantean soluciones a la calidad del medio marino y sus playas.
Desde Marbella Activa entendemos que se debe abordar este grave problema teniendo en cuenta que nuestras playas son sobre todo una frágil ecosistema natural y que se debe abordar su regeneración sin contradicciones.
Antonio Figueredo Navarrete. Vicepresidente de Marbella Activa y miembro de SEO BirdLife
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By: paleto