Hace ya unos días, estando a la espera de empezar el programa de radio qué está pasando en nuestras aulas, me encontré a don Rafael de la Fuente. Hace muchos, muchos años tuve la suerte de tener a sus hijos como alumnos. No esperaba que se acordara de mi, pero me equivoqué: se acordaba y se interesó por lo que hacía en ese programa educativo. Rafael tiene esa especial cualidad, que solo acompaña a la buena gente, de hacer que te sientas importante, de conseguir que tus ideas parezcan valiosas. Y eso nos gusta a todos. Pero lo que más llamó mi atención fue que en la despedida me diera las gracias por lo que estaba haciendo. Ahí me descolocó y me provocó unas cuantas reflexiones: ¿Por qué me daba las gracias si no era algo que hiciera directamente para él?
Ahí descubrí que su nivel de conciencia ciudadana era especial:agradecía personalmente cualquier idea que se hiciera en favor de su ciudad. Esto solo me había pasado con mi amigo Arturo Reque, padre, otra de esas personas especiales que tengo la suerte de conocer.
Ese gesto me hizo pensar en lo mucho que debíamos a muchas personas que entregan lo mejor de sí mismos de forma totalmente desinteresada a esta ciudad y que, tal vez, nunca recibieron una palabra de agradecimiento. Nos cuesta decir gracias. A veces nos parapetamos en ideas como: “Es su trabajo, es su obligación”. Y es posible que sea su trabajo, pero es fácil ver cuando se pone un plus que no hay contemplado en ningún contrato. Y es de agradecer la buena disposición, la amabilidad, la sonrisa. Y hay otra opción a la que acudimos: “Algo irá buscando”. Esta es propia de conciencias cicateras, propia de esta sociedad viciada por el interés individual donde el idealismo no tiene cabida. “Regalar su tiempo así, sin más…Mmm…No creo”.
Pues sí, así sin más y sin esperar nada a cambio distinto del hecho de compartir tiempo y actividad con otros colegas tan locos como ellos, hay un montón de marbelleros de todas las edades, de todos los géneros y de muy distintas nacionalidades, a los que hoy quiero dar las gracias:
- Gracias, voluntarios de esas aulas de convivencia, por vuestra generosa entrega de tiempo, de sabiduría y, sobre todo, de corazón.
- Gracias, Marbella Activa, por los libros que nos habéis regalado, por vuestra defensa del espeto y por creer que la Educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.
- Gracias, Asociaciones, por cuidar este medio privilegiado del que somos parte y por poneros al lado de los débiles y los diferentes.
- Gracias, vecinos, por vuestra sonrisa en mitad de tanta prisa y tanto cabreo.
- Gracias, por atreverte a desear buenos días a todo el que tiene la suerte de cruzarse contigo.
- Gracias a todos los que ponéis ese plus en vuestro trabajo diario pase lo que pase.
- Gracias, gracias a todos los idealistas por compensar con vuestra ilusión este desequilibrado mundo. Gracias, gracias.
Francisco Cervera. Profesor y coordinador del proyecto educativo de Marbella Activa
Gracias Paco. En la vida de cada uno se cruzan personas silenciosas que van dejando huella. Yo tuve la suerte de tenerte como profesor y desde entonces has sido un referente. Con el reencuentro activo de hace unos años me sigo guiando por tus huellas hacia una madurez de conciencia social que seguro tiene su origen muchos años atrás. Un abrazo y gracias.
By: Arturo Reque Mata