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Ene '24
28 enero, 2024
Crónica de una carrera de #400ML en cualquier final de un campeonato de atletismo.
Son cinco los corredores que participarán en esta final ficticia de 400 metros lisos en pista corta (short track), #CentroDeTecnificaciónDeAtletismo #Antequera, en la que los atletas deben dar dos vueltas a una pista de 200 metros de perímetro; los participantes utilizarán sendos tacos para apoyarse en la salida; las salidas están compensadas con motivo de la diferencia de apertura del radio de cada una de las calles en las curvas; cuatro curvas muy cerradas y otras cuatro rectas muy cortas, con apenas tiempo ni espacio, sin pagarlo caro, para pensar; las curvas están peraltadas para contrarrestar la inercia que impele al atleta por su velocidad hacia el exterior de la pista; las dos primeras curvas y, entremedio, la primera recta, es decir, desde la salida hasta la final de la segunda curva, cada atleta la debe correr por la calle que le haya asignado la organización, que suele decidirse conforme a los tiempos en la distancia que cada participante acredita tener en el ranking de la RFEA, en las pistas de 400 metros de cuerda, el correr por una calle u otra, no tiene mucha importancia, pero en las pistas cortas la diferencia es muy llamativa, de ahí que muchas veces en competiciones oficiales no se utilice, en el primer tramo de carrera, hasta el final de la segunda curva, la calle 1, incluso la 2, si la pista tiene 8 calles, intentando igualar las condiciones en las que correrá cada atleta; una vez alcanzada la recta, pasado la segunda curva de la pista, debiendo estar perfectamente señalado en el suelo de la propia pista, cada atleta puede elegir la calle por donde correr, siendo interesante señalar en este punto que la calle más corta es, lógicamente, la calle 1, de ahí que sea la elegida, junto con la 2…, para, a partir de punto indicado, los participantes en estas pruebas luchen despiadadamente por “coger” la calle libre.
Los participantes llevan muchos minutos esperando en la cámara de llamada, demasiado tiempo, con riesgo muy alto de “pillar” un enfriamiento. La competición va con retraso, eso pasa con demasiada frecuencia. Los cinco atletas que van a participar se sienten como leones enjaulados, no paran de dar vueltas sobre sí mismo. Llevan “calentando” desde hace más de una hora: estiramientos, carrera continua, técnica de carrera, saltos, nuevos estiramientos…, saben perfectamente cuando deben empezar con la rutina, lo hacen a diario en sus entrenamientos, lo que no controlan es el tiempo que deben esperar en la cámara de llamada, no depende de ellos, es una cuestión de los jueces y las circunstancias. La zona de calentamiento en una pista cubierta, como es el caso de la del #CentroDeTecnificaciónDeAtletismo de #Antequera, en la que estamos, suelen estar ubicadas en el sótano de las instalaciones, en las que, habitualmente, también se encuentra el acceso a la parte central de la zona de competición.
De pronto, una jueza que llevaba también muchos minutos esperando al final del túnel que da acceso a la pista, vestida con los colores habituales del colegio local de jueces, llamando la atención de los participantes en la serie “A”, en la que se jugarán las medallas, con autoridad, vocifera: ¡A ver! Serie A. 400 metros lisos. Hombres. Y los cinco “gladiadores” responden al unísono a la voz de la jueza. Esta coge el listado de participantes en la serie y, en voz alta, lee: Fulano, respondiendo este, ¡Aquí!; Mengano, ¡Sí!; Zutano, ¡Aquí, también!; Perengano, ¡Yo!; Y, por último, Perico el de los Palotes, ¡Soy yo!. Momento en el que la joven jueza, conociendo perfectamente su oficio, una vez comprobado que están los cinco finalistas de la serie, en la lista que le han facilitado desde Secretaría, no seis, como admitiría la pista, lo que pasa es que han dejado, con buen criterio, la calle “uno”, libre, como es natural, debido a lo cerrada de sus curvas, por tratarse de una “cuerda” de doscientos metros, les dice: ¡Seguidme!, y todos responden al instante, y aprovechando la ocasión se abrazan y se desean mucha suerte en la contienda. Toda esta intercomunicación, que no por cotidiana está carente de nervios, por parte de la jueza y los competidores, y estos entre sí, no dura un minuto. Todo se hace de forma rutinaria, pero rapidísimamente. Por fin ha terminado la serie anterior y la jueza les invita a acceder a la pista ovalada para competir.
Es el momento de mayor tensión en una competición oficial de atletismo, por muy seguros que estén los atletas participantes de sí mismos. Aparte de ser muy pintoresco, ya que los atletas parecen “gladiadores” saliendo a luchar desde el foso al centro de un circo romano, aquellos antiguos en los que los césares gustaban presenciar las luchas de sus luchadores preferidos.
Pues eso, los cinco atletas, siguiendo las ordenes de la jueza suben por una escalerilla que accede a la zona central de competición de la pista, evitando así cruzar el anillo ovalado que bordea a la pista. Preciso momento que utilizan los atletas participantes para hacer cortas carreras progresivas de veinte o treinta metros, siempre en el sentido contrario al de las agujas del reloj, que es precisamente el que usan en sus carreras.
De esta forma la jueza termina su cometido, dejando a los cinco competidores a las ordenes del juez de salida.
Para alguno de ellos el premio puede ser simplemente haber llegado a la final y correrla, para otros el objetivo puede ser mayor, o, incluso, único: ¡GANAR! En todo caso, han sido muchos meses de trabajo, posiblemente, incluso, con lesiones, compatibilizando los estudios o el trabajo, y en algunos ambos, con los duros entrenamientos que les exige la practica de este deporte en su más alto nivel. Todos los días. Sin descanso. Trabajando sus cuerpos, sobre todo las piernas y la “cabeza”, que tanto tiene que ver en este deporte, para el resultado de alto nivel competitivo, y poder alcanzar (hacer) las marcas mínimas exigidas por la federación para poder participar en las distintas competiciones oficiales por categorías y/o a nivel absoluto
Decíamos que son cinco participantes en esta final: Fulano ha llegado con la mejor marca, con cierto margen sobre el tiempo de Mengano, 13 centésimas de segundo, cuando este aventaja a Zutano en otras 13 centésimas; y 10 son con las que accede Zutano de margen sobre la marca de Perengano, y, por último, 38 centésimas, el margen en este caso, de Perengano con Perico el de los Palotes. Así, que, entre el participante con mejor marca de todos ellos, Fulano, con el más lento de los cinco en competición, existe una diferencia de un segundo y 26 centésimas. Todo un mundo… Tan cerca y tan lejos, al mismo tiempo.
Sin mediar instrucción alguna, los atletas, al percatarse de que los auxiliares de los jueces, y los propios jueces, han colocado los tacos de salida en la misma línea, los atletas se van acercando, disponiéndose a ubicarlos según sus preferencias y a las distancias adecuadas para ellos; los zurdos, de cara a colocar su pierna más fuerte, la izquierda, delante y la derecha en el taco más retrasado, a la inversa de los diestros, que colocan su pierna derecha delante y la izquierda atrás. Maniobra que se cierra con la ejecución de varias salidas de prueba para comprobar la idónea ubicación de los tacos, ejecutando varias salidas de prueba que culminan en carreras progresivas.
Los jueces, viendo que los participantes han tenido tiempo suficiente como para colocar sus tacos de salida, tal y como ellos desean, y han podido realizar varias salidas, confirmando la colocación adecuada de los tacos, según ellos consideran, siempre detrás de la línea de salida, llaman la atención de los participantes, mediante silbato, debiendo estos acudir sin dilación a la línea de salida. Este regreso a la línea de salida se hace durísimo, los atletas repasan todo el trabajo realizado, los consejos de su entrenador, etc., se toman el mayor tiempo posible, buscando la mayor concentración.
Se colocan detrás de los tacos, esperando a las órdenes del juez de salida. Como por sorpresa, el juez dispuesto a dar la orden de salida con el disparo de fogueo preparado para ello, con un “A SUS PUESTOS…”, instruye a los finalistas a colocarse en sus tacos, apoyándose en sus manos, con los dedos situados sin pisar la línea de salida…; ese instante se hace eterno, repaso de todo lo preparado durante la temporada, los consejos recibidos, los controles realizados, las ilusiones, los objetivos, etc. ¡Eterno!
Y como si no lo esperaran, los atletas son sorprendidos por el juez de salida que les da la orden, en dos tiempos, a viva voz con un ¡LISTOS! y, disparando su pistola de fogueo, ¡BANG!
La suerte está echada, ahora solo queda, que no es poco, poner toda la carne en el asador y que la fuerza y las estrategia les acompañen…
Fulano, confiado había programado tirar desde el principio para evitar sorpresas, a pesar de su tiempo, las diferencias no son grandes, los cuatro están en treinta y seis centésimas de segundo, ¡NADA! Todos los competidores tienen mayor experiencia que la suya, él es el menor de los cinco finalistas, y se le puede poner la carrera muy difícil; Perico de los Palotes es un gran competidor, a pesar de venir con el peor tiempo; y entre los cuatro primeros, Mengano, Zutano y Perengano, y él mismo, la diferencia es escasa. ¡TODO PUEDE PASAR! Mengano ha salido con la intención de pegarse a Fulano y plantearle la carrera de tú a tú, de igual a igual; Perengano, que tiene un buen final, si llega con ellos a la última curva puede hacerse con la victoria…
Es una carrera de muy difícil pronóstico, se puede decidir por centésimas y en los últimos centímetros…
Esta carrera es ficticia, los participantes son inventados, pero las circunstancias se pueden producir en cualquier competición de atletismo al más alto nivel. Por cierto, hoy se celebra en el Centro de Tecnificación de Atletismo de Antequera el Campeonato de Andalucía Absoluto, en el que participará, precisamente en la carrera de 400 M.L., el joven atleta marbellí, Hugo Iranzo Burgos; su carrera no tiene por qué responder a esta ficción.
¡SUERTE!
Jose Antonio Iranzo. Abogado
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