Fue creado por el mar, sus olas y atardeceres. Por lugares vírgenes y solitarios donde las aves transitaban con su vuelo aquel paisaje totalmente natural desprovisto de artificios extraños. Fue creado por aquella naturaleza virgen donde la brisa del mar zarandeaba aquellas plantas de aspecto delicado que se asentaban en los arenales de la playa. Por aquel paisaje solitario dominado por el mar, un mar a veces violento y otras calmado donde el cielo y las olas compartían el horizonte y se fundían en él.
Nació en aquel mar de abundancia, de aguas rizadas por el viento, de profundidades inalteradas, de secretos por descubrir. Era aquel, un lugar lleno de vida donde los humildes marengos se adentraban en completa complicidad dispuestos a encontrar su sustento.
Allí comenzó todo… en aquella frontera de arena que separa dos mundos muy distintos que se abrazan en el incansable batir de las olas.
Allí, en aquel lugar de arenas movidas por el mar y el viento regresaban con el atardecer los humildes marengos. Todos esperaban con sus pies descalzos en aquel lugar de arenas. En aquel lugar mágico donde la luna se refleja. Fuego, sal, arena y mar, todo esto aderezado con el mayor ingenio. Noches de fiesta, de moragas junto al mar, noches de verano alrededor del fuego.
Allí nació el espeto, en aquella frontera junto al mar, en aquel lugar de arenas movidas por el viento. Solo el mejor chef pudo hacer la mejor creación culinaria, solo la necesidad y el ingenio, solo ellos, aderezados con las noches de luna llena, el mar y el fuego.
Antonio Figueredo Navarrete. Cofundador y vicepresidente de Marbella Activa
Fotografía tomada del facebook de Historia de Málaga atribuida a Vicente Tolosa. Espeto de sardinas en El Palo. Principios del siglo XX.
Eres un poeta,Antonio.
By: francisco cervera