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¿Qué es el arte? El amigo Paco Moyano, al que ustedes conocen en esta casa, entre otras cosas, por su sección de Aplausos y Abucheos, tiene un programa de televisión, en este caso en la municipal, donde solicita al invitado que se haga un harakiri cultural. Le obliga a elegir, sí o sí, tan sólo cinco películas y un libro, uno solo, sobre los que conversar en lo que podría entenderse como una especie de testamento cultural. Si sobrevive a la encerrona, podrá desdecirse. Si no fuera porque se intercalan trailers de las películas elegidas, aguantar una hora entera de angustia tratando de explicar su elección —¿por qué esa película y no otra?— sería insufrible. Además, el invitado, que se supone que a estas citas va a pasárselo bien, muestra una cara de poema incapaz de disimular el agobio de traicionarse desechando obras maestras. Hacerle eso a un cinéfilo letraherido es un contradios. No obstante, ya les digo, los trailers alivian la situación y, al final, aunque los descartes hayan sido desgarradores, se proponen películas y libro que sin duda son joyas. Así que les animo a que lo vean porque merece la pena, e incluso podrán enterarse de que Tom Selleck despreció el papel de Indiana Jones en una mierda titulada «En busca del Arca Perdida», que Peter Falk, el detective Colombo, estuvo a punto de protagonizar «Blade Runner» (los milagros existen), o que Mario Vargas Llosa casi se muere de inanición en Paris mientras escribía «La Ciudad y los Perros», sin sospechar el éxito que le aguardaba.
Se pasa mal, se lo aseguro. Me permití cuando me tocó decirle a Paco que el programa tendría más interés si hablábamos de los descartes, del proceso de ninguneo a Chaplin, Wilder, Kubrick, Spielberg o Eastwood para quedarte con el blanco y negro de Abel Gance, Buster Keaton, Welles o Berlanga. Pero me espetó una de esas miradas impávidas que le han hecho famoso y siguió a lo suyo. Y lo suyo era preguntar: ¿Qué es el arte?, ¿Qué es el arte para ti?
El invitado debería estar sobre aviso porque, a fin de cuentas, el programa se titula «El arte en tu vida», pero como lo suelta de sopetón, te coge en bolas. No sé si algunos compañeros de fatiguita se lo llevaban preparado, pero otros, más ilusos, confiados en la aparente bondad del entrevistador, nos quedamos con la baba en el aire. Pero, si lo piensan… ¡qué afilada cuestión!. El arte. ¿Cuál es el sentido íntimo del arte? ¿Qué trascendencia tiene en nuestras vidas? ¿Podemos existir sin arte? Una reflexión bien pertinente con la que está cayendo y con la que nos aguarda.
He hecho este mes, por necesidades del guión de jubilado, incursiones en los cascos históricos, en los museos y monumentos de Málaga, Granada y Sevilla. Me queda Córdoba. Y no me pregunten por qué contemplar tanta belleza en alcazabas, catedrales, museos,y cascos históricos, sumirme en tanto arte me ha recordado la pregunta de Paco. Y a Stendhal. Cosas de pensionista, debe ser. Y no hayo conclusión. Tampoco me acuerdo qué le contesté pero ¿Qué tal si me ayudan en el reto? Por molestar al cronista oficial, más que otra cosa.
Artístico no es en absoluto extenderse con el preámbulo, pero uno es así de disperso cuando aborda temas serios a los que no sabe cómo meter mano y les da vueltas sin cuento. Con la excusa de que se me acaba el tiempo y con el ánimo de ganarme uno de los abucheos de Moyano, les suelto unas definiciones, unas ideas; se lo piensan y ya le cuentan a Paco.
El arte es belleza, pero belleza que perdura, que se materializa con afán de trascender. Crear obras culturales es inherente a la condición humana. Pero si fuera sólo belleza, el arte parecería vacuo. Tiene que emocionar, dejar huella, zarandear, provocar. Se trata de una actividad consciente y estimulante. En Filosofía se entiende como una forma específica de conciencia social, como un reflejo de la realidad por medio de imágenes artísticas.
Picasso iba más allá y sostenía que el arte es «una mentira que nos hace darnos cuenta de la verdad, al menos de la verdad que se nos da a entender». «De la mente, al mundo», sería la consigna. El arte, pues, contribuye a cambiar el mundo y nuestra sensibilidad. Aproximación digital: «Es una manera única de expresar sentimientos y emociones. Un medio en el que todo está bien, no hay reglas ni limitantes, no hay métodos correctos o incorrectos, porque simplemente el arte es arte». Para Kant, la belleza «solo puede apreciarse cuando el espectador es desinteresado», cuando obtiene placer sin desearlo ni buscarlo. Hay una definición que lo asimila a la capacidad, a la habilidad para hacer algo. Bueno, vale, pero con talento, ¿no les parece?.
Enjundioso asunto, como la sola priorización de las artes. Seis enuncian los clásicos, con la Arquitectura primera por ser la manifestación más bella y perdurable de cualquier civilización. Le seguirían escultura, pintura, música, literatura, danza… y (séptima) el cine, todo ese cine que Moyano pretende que resumas en cinco películas. El arte. Me quedo sin tiempo: ¿Belleza, Ideas, Forma, Talento y vísceras? Igual vale, pero, ahora caigo que no he dicho nada de su universalidad. ¿Tendrá la amabilidad don Paco Moyano de tener un detalle y sacarnos de dudas cuando acabe su programa inquisitorial?
Miguel Nieto es periodista y miembro de Marbella Activa. El Dardo en la Palabra es su sección dentro del programa ‘Más de uno Marbella’ en Onda Cero.
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