Ayer día 24 en el Foro Cultural de la FNAC pudimos disfrutar de la interesante conferencia de Francisco Javier Moreno sobre uno de los inmuebles con más historia del casco antiguo y uno de los más olvidados. El Convento de la Trinidad, un emblemático edificio que data de finales del siglo XV y que se levanta en pleno corazón del casco antiguo de Marbella (calle Viento) y que amenaza con venirse abajo desde hace años.
Su existencia se conocía por diferentes referencias bibliográficas pero que hasta hace poco se le daba por desaparecido. No existía para la Dirección General de Bellas Artes, tampoco para la Universidad de Málaga ni incluso para el propio Ayuntamiento. Fue Fernando Alcalá quién en 1978 ofrece las primeras noticias sobre este valioso patrimonio. Para Francisco Javier Moreno supuso la investigación histórica de este edificio su tesis doctoral. Un periplo de más de cuatro años por diferentes archivos históricos de España e Italia. El documento clave vino del archivo de la Iglesia-convento de San Carlino en Roma para conocer con más detalle la historia de este convento.
Ha saltado a la actualidad porque el Ayuntamiento de Marbella lo ha propuesto para albergar el Museo de Arquitectura y Diseño Moderno (MAD) en régimen de concesión a una fundación. En el debate abierto al final de la conferencia se concluyó que el proyecto de remodelación, por la importancia del edificio como patrimonio histórico, debe ser objeto de debate y participación con la ciudadanía y expertos respecto a su uso final y el tipo de gestión.
“…Viene a cuento esta breve semblanza para recordar el ruinoso estado de nuestro maltratado convento, tan menguado en muros que sólo resiste con una pequeña porción de lo que se construyó. Otros usos, desde su venta en 1842, fueron desfigurando paulatinamente su fisonomía. La iglesia, que coincide sustancialmente con el actual salón de actos del colegio Bocanegra, fue sala de cine, molino de jaboncillo para suave talco y sede del centro parroquial del esparto. Sus restos son incluidos como objeto de rehabilitación desde hace años en las diferentes propuestas que llenan de contenido programas políticos y otros azares. Las catas arqueológicas desvelaron la intensidad de su historia y ahora, años más tarde, quedamos a la espera de que las escasas voluntades actuales tornen en dadivosos gestos, a que la gracia de algún presupuesto, – en su defecto alguna gracia divina -, caiga sin dilación en tan añejo monumento.” Del blog Marbellenses: “Un poeta en el convento de la Trinidad”
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