Hablemos hoy de Jacinta Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda. La ciudadanía comprometida no está solo en los colectivos, ONG’s o son emprendedores sociales o personas anónimas que luchan de forma individual en sus propias parcelas de acción también es importante que la ciudadanía se implique en las esferas políticas para transformar la realidad en un plano que tiene una gran capacidad para llevarlo a cabo. Es el caso de la primera ministra de Nueva Zelanda.
¿Se puede ser de acero y amable a la vez? Parece que sí. La clave está en pensar en todos y actuar con determinación. Abandonar el discurso y abrazar la conversación. Aquí algunos datos desarrollados en el artículo que sobre ella se escribió hace unos días en El País.
Redujo su sueldo durante la pandemia y la de los miembros de su gobierno como muestra de liderazgo y solidaridad. Su objetivo no fue aplanar la curva, sino eliminar la enfermedad, para ello tuvo que tomar fuertes medidas de aislamiento del país que han resultado sin duda exitosas.
Vistió con hiyab (o velo) para visitar a los sobrevivientes musulmanes tras la masacre de Christchurch y enseguida presentó un proyecto de ley para endurecer la venta de armas, aprobado de forma casi unánime por el Parlamento.
Ha sido la primera mandataria en la historia en tomarse una licencia por maternidad. Hay cosas que no ha conseguido resolver, todavía, como la crisis habitacional y el problema de los sin techo. Algunos creen que el impacto económico de la pandemia podría perjudicarla… Es más fácil ser vehemente con la verdad de la mayoría, pero esto requiere mucha escucha activa.
Por favor escriba más seguido porque amo sus artículos. ¡Gracias!
By: grifo de lavabo negroEn este otro artículo que comparto se habla de cómo NZ se ha convertido en la primera nación que formalmente abandona el PIB como principal medida de la riqueza de un país. Jacinda Ardern, ella otra vez, dijo que su objetivo será no maximizar el PIB sino maximizar la economía del bienestar. https://time.com/5735520/economic-growth-gdp/ Pensando en esto, si en el cálculo del PIB se tuviera en cuenta el daño medioambiental que ocasiona la producción de esos bienes y servicios, quizás así consiguiéramos redefinir el término riqueza y consiguiéramos asociarlo a la manera responsable de alcanzarla. Quizás también nos sorprendería el ranking de países más ricos.
By: Gema Diez. Economista