Se propuso fomentar una ciudadanía activa, responsable y crítica. Se consideró prioritario reforzar los cimientos ciudadanos.
Arrancaba un 2013 sin visos de romper la cruda monotonía que atravesábamos desde años atrás. La situación general del país se plasmaba en un estado catatónico de la sociedad que no era ajeno a Marbella donde la pesadumbre generada por la dura crisis económica se acentuaba cada vez más.
La vida nos demuestra que es en los momentos más duros cuando el ser humano saca lo mejor de sí, reflexionando y aprendiendo de los errores -esto último no lo tengo del todo claro…-, agrupándose para unificar fuerzas y conocimiento. Y así fue como un grupo de personas se unieron para dar forma a un colectivo que se ha vuelto un referente local: Marbella Activa.
Si bien se puede formar una agrupación sobre la base de unos ideólogos que animan y convencen a otros cuantos, la verdad es que hace falta que se den unas circunstancias especiales para que realmente funcione: motivación, objetivos comunes, ganas de aportar, debate interno y respeto mutuo. Y todo esto se dio hace cinco años, desde el primer encuentro hasta el último.
Partiendo del diagnóstico de una sociedad apagada, estigmatizada por pasiva y permisiva ante los abusos de especuladores sin escrúpulos, se propuso fomentar una ciudadanía activa, responsable y crítica. Se consideró prioritario reforzar los cimientos ciudadanos, es decir, volver a sentirnos marbelleros. Se dedicaron numerosas charlas para dar a conocer nuestra historia y patrimonio, ayudando a recordar y a reforzar nuestra identidad, recuperando costumbres casi olvidadas pero que aún conservan nuestros mayores en al baúl de los recuerdos. Nos han enseñado a observar y a valorar nuestro maravilloso entorno natural, cuidándolo, disfrutándolo y respetándolo. Nos han mostrado que el conocimiento y la cultura son herramientas indispensables para hacer ciudadanos sensibles e inconformistas, evitando torres de Babel, generando debate sobre todas aquellas actuaciones no justificadas y promoviendo un modelo de ciudad ampliamente consensuado basado en la sostenibilidad (social, económica y ambiental), el conocimiento y la innovación.
Artículo publicado el 19 de marzo en Diario Sur por Arturo Reque. Socio cofundador de Marbella Activa y presidente de ByCivic.
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