Esta es la conversación que tuvo lugar esta semana entre Manuel Mellado y Francisco Cervera, en el programa de radio “Qué está pasando en nuestras aulas” que se emite todos los lunes a las doce en Radio Televisión Marbella, dentro del programa “A buenas horas”de Jesús Jaén. 2ª Parte.
Paco: Manuel, ¿qué tema nos traes hoy?
¡Hola Paco! Seguimos hablando sobre las competencias que necesitan los chicos y chicas que están en edad escolar para afrontar los desafíos que se le presentarán a lo largo de su vida.
Vamos a comenzar con una cita de un libro que intenta prever estos temas. Su autor es Yuval Noah Harari. 21 lecciones para el siglo XXI, Ed. Debate, publicado en agosto de 2018.
“Muchos pedagogos expertos indican que en las escuelas deberían dedicarse a enseñar <las cuatro ces>: pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad. Tendrían que restar importancia a las habilidades técnicas y hacer hincapié en las habilidades de uso general para la vida. Lo más importante de todo será la capacidad de habérselas con el cambio, de aprender nuevas cosas y mantener el equilibrio mental en situaciones con las que no estemos familiarizados.”
La situación que este autor nos augura es preocupante, pero hay que tenerla en cuenta, como una de las posibilidades que pueden ocurrir.
“Ahora mismo los algoritmos te están observando. Observan adónde vas, que compras, con quién te ves. Pronto supervisarán todos tus pasos, tu respiración, los latidos de tu corazón. … y cuando estos algoritmos te conozcan mejor de lo que te conoces tú, lograrán controlarte y manipularte, y tú poco podrás hacer al respecto.”
Paco: ¿Qué se puede hacer ante esta realidad tan preocupante?
Contra este posible futuro, el desarrollo de un fuerte pensamiento crítico es un antídoto potente, una herramienta para conocerse a uno mismo y enjuiciar las diferentes situaciones que se puedan presentar. Nos movemos en un mar de informaciones, datos y además con una inmediatez y velocidad estrepitosas. Es necesario aprender a pensar de forma crítica para analizar, comprender e interpretar el mundo en el que vivimos. Tenemos que discriminar lo cierto de lo falso, lo principal de lo secundario, las evidencias de las opiniones.
Enseñar a dudar, a comprobar la fiabilidad de las fuentes, los diferentes procedimientos que se utilizan para manipular la información presentándola incompleta, sesgada o sencillamente ser directamente falsa. Es muy importante no dejarse llevar por las emociones y aprender a analizar los temas objetivamente.
Paco: Sin duda, este es un punto crucial hoy día ¿Cómo se puede trabajar este tema en la escuela?
Se trata como, hemos dicho, de desarrollar habilidades para identificar y reconocer relaciones entre hechos o situaciones, evaluar evidencias, realizar proposiciones sólidas y deducir conclusiones acertadas. Hay una serie de actividades y estrategias didácticas para desarrollarlas:
Primero hay que dejar claro que criticar no es dedicarse a buscar fallos o defectos como se entiende vulgarmente, la crítica es un procedimiento neutro y sin sesgo para evaluar y opinar y después tomar decisiones sobre todo tipo de acontecimientos o hechos que nos afecten o nos interesen.
Es importante que el profesorado deje espacios donde no imponga su criterio y el alumnado pueda deliberar y tomar decisiones sobre temas que les afectan. Implementar de forma sistemática actividades como la asamblea de clase donde se traten temas como elección de delegados, establecimiento de normas, resolución de conflictos, organización de excursiones, fechas de exámenes…
Actividades concretas como los debates académicos en los que el alumnado trata temas controvertidos de la actualidad, los chicos y chicas tienen que trabajarlo desde los dos puntos de vista a favor y en contra, con lo que adquieren una visión profunda del tema.
En el mismo sentido se puede trabajar con actividades como: juegos de rol o representaciones en las que recreen temas que suponen dilemas morales o situaciones reales relacionadas con la vida de los jóvenes o cualquier otro tema que les interese.
Paco: ¿Desde qué edad piensas que puede trabajarse la capacidad crítica con los chicos y chicas en la escuela?
El pensamiento crítico no se desarrolla como tal hasta los 12 años, pero puede trabajarse desde los 3 años porque en definitiva se trata de aprender a pensar. Desde los años 76 se viene desarrollando en el proyecto Zero de Harvard, estrategias y rutinas de pensamiento que van entrenando al alumnado para enfrentarse con la información de forma eficaz. A partir de mapas mentales realizados con series de preguntas muy seleccionadas, se recopila la información ayudándose de organizadores gráficos y esquemas y mapas conceptuales que ayudan, después de repetirlos muchas veces a ir estructurando las capacidades de análisis, síntesis y a evaluar, valorar y tomar decisiones.
Rutinas de pensamiento simples pueden ser: Búsqueda de titulares (para identificar las ideas más importantes de un texto) veo, pienso, me pregunto (para organizar la secuencia lógica del pensamiento, veo: analizo lo objetivo, sin opinar, pienso: lo comparo con lo que ya sé, me pregunto: identifico lo que me falta por aprender y me pongo a investigar sobre ello). Estrategias más complejas: El todo y las partes: un tema, lo descompongo en sus partes, me pregunto qué pasaría si cada una de las partes faltara y finalmente me hago una idea global sobre el tema) Compara y contrasta: en qué se parecen, en qué se diferencias y al final conclusión. Toma de decisiones: se trabajan dos opciones: pros y contras…
Una técnica muy utilizada en empresas es la de seis sombreros para pensar, en las que un proyecto se va analizando por todos los/as participantes desde distintos puntos de vista según el color del sombrero: blanco: punto de vista realista y objetivo, amarillo: punto de vista positivo, negro: punto de vista negativo, rojo: punto de vista emocional, visceral, verde: punto de vista creativo y azul: hace de moderador, recopila y ordena el debate.
Paco: Pienso que todas estas técnicas y estrategias didácticas tienen que incluirse en el trabajo diario de nuestros centros educativos.
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