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Sep '16
27 septiembre, 2016
El reloj ilumina la mesita de noche con la luz tenue y rojiza de sus números digitales, marca las 3:47 am. Hace varias horas, sobre las once, mi mujer me dio las buenas noches con un suspiro, y de un giro se abrazó a su almohada. Es noviembre y la casa está fría.
Ya no llega el resplandor de las farolas del parque, se apagaron automáticamente a las 3 en punto dejando al dormitorio en una densa e interrogante oscuridad propia…
Os dejamos este nuevo relato de nuestro socio José María Sánchez Alfonso.
Magnífico relato, aunque a veces la angustia y la impotencia ante la tristeza de lo ocurrido y lo que trasmite es tremenda. De nuevo un placer leerte. Mil gracias
By: FabiolaMuchas gracias Antonio, creo que eres un gran lector. ¡Un abrazo!
By: José MaríaEnhorabuena José María por este bonito relato ambientado desde la distancia de esos días angustiosos y tristes.
By: Antonio Figueredo NavarreteUn relato realmente magistral José María. Narras muy bien desde la oscuridad aquellos días de angustia, aquella noche interminable para muchos. Enhorabuena.
By: Antonio Figueredo Navarrete