Teníamos tan solo 12 o 13 años cuando mi amigo Santiago y yo pateábamos por “las molaeras” y todos sus alrededores, en busca de aventuras, corriendo y saltando por las ramas de las higueras y los cañaverales de arroyo Primero, entonces eran otros tiempos. La libertad de poder hacer prácticamente lo que queríamos nos invadía, ante la inconsciencia del juego inocente de cualquier niño, cazábamos pajarillos, ranas, nos metíamos en los arroyos detrás de todo lo que se movía. Hoy en día esto sería considerado casi un “pecado”, pero entonces, podíamos ver como cazaban con redes o a los alimañeros detrás de los meloncillos o jinetas y, a la vez, el esfuerzo titánico que hacía Félix Rodríguez de la Fuente para preservar la naturaleza a través de la serie que mantuvo pegada al televisor a toda una generación.
Los higos frescos colgaban de las ramas de las higueras y trepábamos por sus troncos para alcanzarlos, los mas gordos y maduros se encontraban el las ramas mas altas, por lo que nos teníamos que encaramar como monos a por lo jugosos y gordos higos que todavía quedaban enteros sin que ningún gorrión los hubiera picoteado. Así comenzó lo que ha sido una de mis pasiones y que ha marcado toda mi vida, la escalada. A partir de entonces mi vida estuvo rodeada de riesgo y aventura, así fue como a un chico de barrio como era yo, delgado y tímido, la espeleología y el montañismo dejó una gran huella.
Estas higueras eran las mejores que había en toda Marbella y venía gente desde otros lugares a recoger sus frescos higos, estos terrenos se extendían desde las naves de la antigua SEAT, que estaba en la carretera N-340, hasta cerca del colegio 5 de Noviembre, en la barriada de la Plaza de Toros. Toda esta zona se llamaba “Las Molaeras”, eran tierras blanquecinas, de secano y albarizas, nombre con el que, con el tiempo, se ha denominado a toda esta zona Este del casco urbano de Marbella (Las Albarizas) que supuso una de las expansiones de la ciudad.
Hace muchos años existía en Marbella una fabrica de pan de higo (también las pasas eran famosas) y según tengo entendido, los ceretes de higos eran famosos en toda la provincia, aunque no existen datos del lugar donde estuvo esta fabrica. Dicen que estas higueras estaban aquí desde los tiempos de los árabes, junto con muchas moreras, para dar de comer a los gusanos y así poder obtener la seda.
Recuerdo también que cuando nos trasladamos desde la Calle San Vicente en la Divina Pastora a lo que ya entonces empezamos a llamar Puya, ya que en la zona se encontraban los almacenes de la empresa de suministros de sanitarios y fontanería con este nombre. Toda esta zona estaba rodeada de higueras también, pero a medida que se iban construyendo los bloques de la nueva barriada, desaparecían. Es una lastima que no quedara ninguna y en su lugar todo esté urbanizado. Estas higueras quitaron en más de una ocasión el hambre a algunas familias en Marbella. Hoy en día pocas personas recuerdan lo que un día fue un cultivo muy productivo y las únicas reseñas que hay se encuentran como un recuerdo lejano en algunos libros de la historia de la ciudad como anécdota cuando fue hace bien poco.
Es importante que estas cosas que parecen olvidadas en el tiempo y que formaron parte de la vida cotidiana y natural de esta ciudad no se hubieran perdido, ya que un día tuvieron una gran trascendencia para muchas personas y al igual que durante un tiempo marcaron una parte de mi niñez para muchos otros fue una forma de vida.
Julián Diez Blas
Socio fundador de Marbella Activa
¡Que buenos higos había en Marbella Dienteoro! Gracias por pasar. Gracias por tu comentario Aurora.
By: Julián Díez Blas¡Serás bienvenida!
By: Javier Lima Moliname ha encantado vuestra página, espero poder ir a la presentación el día 14 .
By: Aurora Oliver OrtiQuien pudiera probar esos higos!!!!
By: Javier Lima MolinaDice Paco Dienteoro,mi padre, hijo de Juan Dienteoro,mi abuelo, que los mejores Jigos que existen en Marbella y sus contornos son los ojos de perdiz, unos higitos pequeños con una piel verdosa clara, arrugada y por dentro son rojos como la sangre, dice que son dulces como el almibar.
By: juan